Locademia

Resulta que acá en Brasil las cosas son muy distintas y el momento más dificil en la vida de un ser humano parece ser entrar a la Universidad. De hecho, no pueden creer que allá en Argentina uno simplemente escriba su nombre, su dni y empiece a cursar todo lo que quiera.

En estos días se están haciendo las Vestibulares, el examen-cuco que todos los aspirantes tienen que rendir.

La gente parece obsesionada con toda la parafernalia universitaria: se compran los bolsos que dicen UFRGS (léase URGUIS) y toooodo el mundo anda con la remera de su respectiva carrera y las carpetitas de colores. Pasan el día entero en el campus, hacen toda clase de actividades, comen ahí, bailan capoeira. (y uno allá que solo quiere que pasen las horas para salir corriendo lo más rápido posible)

Por doquier hay carteles de organizaciones que te preparan para las vestibulares, garantizandote que si vas con ellos de una que entrás. Pero lo más tremendo que vi fue lo siguiente: por todo el camino a la facultad, hay gigantescos carteles (gigantescos, como una propaganda de Coca Cola) con la cara, el nombre y la carrera de los que ingresaron en los lugares más altos! Ejemplo: pibe de 18 anhos muestra a la cámara sonrisa aparatosa y carita de nene feo.

Tiene levantado el dedo índice de la mano derecha y abajo de su foto una leyenda dice:

João Augusto Fernándes da Silva.

Primeiro logo em Medicina.

La gente pasa y se lo queda mirando.

A los que aprueban las Vestibulares, los pintan enteros, les rompen la ropa y les cortan el pelo los más grandes.

Y despues cuando se reciben, en cuatro anhos y sin tesis ni ningún trabajo final, se van a cenar tranquilamente con sus padres y su prometida. No da para joder. Ya son profesionales.