(acerca de dos estudiantes de derecho, argentinos, que conocimos la semana pasada en muy distintas circunstancias)
Yo: _Y la verdad te digo, entre alguien que cuenta sus experiencias con el lsd y alguien que quiere un minigolf para su futuro estudio, me quedo mil veces con el lsd.
Flor: _Seeeh, toda la vida.
El lector sabrá que coincidencias como la que demuestra el fragmento de conversación anterior son la base fundamental de una amistad duradera.
3 comments:
Eh, que yo quiero un minigolf para mi oficina!!!
mi sueño es tener tanta guita, que pueda tenr un piso entero de oficina para mi solo, hacer como que trabajo, y jugar minigolf todo el día!!!
Coincido con Joaco
(claro que es obvio que las probabilidades de que muera de sobredosis son mucho -mucho- más altas, que tenga una oficina??? y un minigolf)
Hola, no?
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