Monday, July 23, 2007

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Y bien, después de tomar tres taxis, un Tienda León y dos aviones, I'm home, desde hace ya varios días, pero no tenía ganas de escribir nada. A pesar de todo, Bariloche es un lugar que no me inspira a mucho más que dormir, ahorrar dinero y hacer cosas prácticas que requieren tiempo, como cambiar los cristales de los anteojos e ir al dentista. Me levanto relativamente temprano para ir al trabajo. Mientras tanto, snow is falling falling falling falling falling falling falling falling falling... la nieve es una cosa espantosa para tener que vivir en ella, pero al mismo tiempo el solo verla da esa preciosa sensación de limpieza y prolijidad, aunque efímera, claro.
Me daba miedo hacer el viaje, olvidarme cosas, hacer mal algo muy importante. Es porque soy una pueblerina, por supuesto, me falta calle como dicen. Por lo tanto, ir a comprar pesos argentinos y que solo haya cien, e ir a comprar dólares y que ambos billetes tuvieran unos extraños sellitos infantiles me parecieron problemas terribles, aunque, por supuesto, ninguno de esos hechos tuvo ninguna consecuencia.
Como vine en Aerolineas, ya en la mesita de al lado nuestro en el Mc Donalds del aeroporto Salgado Filho había dos argentinos importantísimos comiendo ensalada con mayonesa y hablando en español de sabrá dios qué asuntos. Es infaltable mencionar que me comí la Big Mac (nunca sé que pedir ahí, termino pidiendo Big Mac porque es lo único que viene a mi mente) con una agrónoma paraguaya que será millonaria engordando animales y con un arquitecto uruguayo afiliado al partido comunista. Meu Deus, los quiero tanto.
Las chicas fuimos al baño una por vez, y aun asi no hubo tiempo ni ganas ni horario adecuado para una despedida mejor. Perfecto así, entonces. Nada de llanteríos ni de "te voy a ir a ver", que se yo, no daba. Para colmo una vieja ahí nomás, en el pre-embarque empezó a chillar que le había desaparecido una bolsa de tela con manijas, adentro de la máquina que registra el equipaje. Entré al Duty Free a hacer tiempo, compré On the Road en portugués y galletitas suizas para mi amiga Eli, aprovechando a deshacerme de mis últimos veinte reales. También tiré al piso el frasco probador de J'adore... Jesus... no le pasó nada.
Cuando el comisario de abordo me dijo "buenos días", así, en español neto y argentino, pensé "fuck, de hecho me estoy yendo". Casi me pongo a llorar en el asiento. Bah, en efecto me puse a llorar, solo un poco. Pensé en la remera de Beat Happening, en el fotograma de La infancia de Iván, en la cama todo el tiempo deshecha y en el impacto emocional que puede a uno causarle un conjunto de detalles tan pequeños y tan aparentemente inconexos. También pensé en eso de que "los aeropuertos son lugares netamente prácticos y de paso. Uno va a ellos solo por necesidad y entra a sus negocios sin intenciones verdaderas de ser bien atendido y menos de comprar algo. Las empleadas podrían cambiar todos los días y uno no se daría cuenta nunca. Los aeropuertos son lugares sin personalidad, sin clientes, sin estilo". Me fascina cuando alguien es tan apasionado por lo que hace que teoriza permanentemente respecto a ello y uno termina interesándose también. Me di cuenta en ese momento, creo. Cualquier persona puede fascinarme si tiene ese modo de vivir lo que hace. Será porque yo no lo tengo aún del todo desarrollado.
Perdón por la obviedad pero... qué hermoso es Buenos Aires! Inclusive andar una hora en taxi es placentero. Más si hace frío polar y por fin no estoy cargando mi valija de 25 kilos. Eli está muy bien, por fin conocí su linda casa. Comimos empanadas y la pasamos estupendamente. Al día siguiente un botón del tapado voló entrando a Aeroparque. Nadie se dio cuenta. Yo sí pero seguí de largo. Hice check-in rapido, pagué 7 pesos un café y una medialuna y me aburrí un poco hasta que llegué aquí. Qué puedo decir... mi hermana está hermosa y cada vez más apática, más enojada. Mi padre anda muy callado, creo que cansado. Mi madre está seriamente flaca y compra toallones compulsivamente. La vida transcurre sin mayores sobresaltos y creo que si estoy tan tranquila es porque no regresé aún a mi verdadera vida. Eso sí va a ser un lindo caos...

6 comments:

joAco said...

todos esperamos el momento en el que vuelvas al jarrrrrdín de la rrrrrrrrrrrrepública, para leer las anécdotas realmente interesantes.

nada; basta de nostalgitas

Luli said...

Se te extranha!

Miguel nos pasó tu blog, hizo muy bien... ahora puedo seguir tus pasos desde lo lejos (y no soy el psicópata!)... jejejeje...

besitos!

La Gota en su Recreo said...

Triste, muy triste volver a la "realidad" después de semejante experiencia te entiendo profundamente.
Palmas por que tu valija tenía "solo" 25 kilos!!! Yo tuve que pagar millones con exceso cuando volví de mi intercambio.

lombriza said...

Gente, será que voy a pagar millones?? me dijeron que puedo llevar una valija de 20 kilos, por empezar noi tengo una valija de 20 sino 2 de 30, que hago??

porra!!

muy lindo su post, y joaco, tan simpático como siempre...

theremin said...

joaco: todos esperamos el momento. Anyway, casi nunca cuento en posts "ese" tipo de anécdotas interesantes (a qué te referirás?)

lu: te extraño mucho yo tambien!! sos mi amiga adolescente preferida!!! ya nos vamos a pasar musiquita con el slsk.

gota: soy pobre y no tengo ropa. soy pobre y compre pocas cosas. Sumado a ello, soy tan pobre que muchas de las cosas que lleve estaban demasiado viejas y decidi dejarlas ante el panico de un posible exceso que no ocurrió.
Ah, tambien meti todos los libros (12) en una mochila que llevaba conmigo.

languidalombriz: como que tenes dos de 30!!! que compraste??? porque que yo sepa, llevabas menos cosas que yo. Bueno, mira, hasta 6 o 7 kilos mas no te cobran. Es obvio que si tenes 60 kilos algo vas a tener que pagar. Trata de poner los libros en una mochila o bolso de mano, acordate que el papel pesa mucho. De todos modos, trata de ir bien temprano al aeropuerto, que el avion todavia no esta cargado y es mas facil que te dejen pasar mas cosas. Y el resto, negociá, es la única.

QUE NUNCA TE PASE! said...

obvio que en Brasilia gané 10000 libros más asi que imaginate lo que era mi exceso (sumado a lo que deje en Poa).
Bueno, como siempre tengo más horto que Mili (y eso es muuucho).
Mi sister fue a laburar a Minas y su curso se suspendió por el accidente de TAM. Como no podia volver a Argentina por problemas de vuelos vino dos dias a Brasilia y se llevo mi valija grande con casi todo (me deje dos boludeces para la ultima semana). Además me volvio a dejar shampoo, crema y todas esas cosas que ya se me estaban terminando.
Ahora también tengo exceso pero creo llamó a Poa y me van a liberar!
Soy una puta suertuda!
te extrañooooooo!!! estoy muy sola en esta pocilga!!!