Friday, December 29, 2006

Freud = Froi

Anoche veíamos una película tranquilamente en casa, cuando mi madre me sale con lo siguiente:
_Si yo sabía que el viaje hasta Brasil era en colectivo, NO TE DEJABA IR.
Hace una semana que vivo nuevamente, y por poco tiempo, con mis padres. Y ya me quiero ir.
Probablemente el que lea este blog por primera vez ahora crea que soy una pobre chica de 15 años que odia a sus padres solo porque sí y que escribe un post sobre lo horribles que son. Pero no, juro que no es cierto. Es más complicado que eso, bastante más complicado.
De hecho, porque siempre tuve una excepcionalmente buena relación con ellos. No hubo peleas, ni actos de rebeldía, ni demasiadas prohibiciones.
Ahora, en cambio, si bien no pasé a tener una mala relación, siento por momentos que nuestras conversaciones se reducen a lo más elemental y que no estamos de acuerdo en prácticamente nada. ¿Qué sucedió en este tiempo? ¿Por qué ahora, que tengo 22 años, tengo más ganas de gritarles y mandarlos a la mierda que cuando tenía 14? ¿Siempre existió lo que ahora me molesta o hubo una involución de parte mía?
Y entramos entonces en la otra cuestión, más delicada por cierto: ¿Dejé de ser adolescente? ¿Soy de hecho una persona adulta y sin embargo dependo completamente de otras personas más adultas?
Hablando de este asunto, hace poco alguien me dijo, "mientras odies a tus padres, seguirás siendo adolescente". Puede que tenga razón.
Entonces mi madre me dice semejante barbaridad de repente y pienso, ¿no me dejaba ir? ¿Puede mi madre no dejarme ir a alguna parte? La respuesta es sí. Puede decidir no darme dinero para hacerlo. Tan sencillo como eso.
Y si bien sé que esa simple afirmación carece de sentido en mi mundo y que finalmente todo va a terminar saliendo bien, hubiera preferido no escucharla, no tener que hacerme problema por eso.
Necesito matar al padre. Dejar de pensar en todo esto. Quién era que hablaba de matar al padre? Era Froi?

Tuesday, December 19, 2006

Mentiras verdaderas

(post escrito en un cyber por tener la pc rota en aproximadamente diez minutos con una pelotuda escuchando Arjona a mi lado. Sepan disculpar los posibles errores sintácticos, o las ideas poco originales).
El otro día me encuentro con unos conocidos para ir juntos a una especie de fiestita pop de las que se hacen aquí. Ellos ya me estaban esperando, y tras los saludos correspondientes, continúan con la conversación que ya venían teniendo.
Ella: A lo que voy es que no hay necesidad.
El: ¿Pero por qué no hay necesidad?
Ella: Porque no, porque al final es todo una cuestion de narcisismo puro.
El: La verdad es que no entiendo qué tiene de malo crear un buen momento.
No pude más con mi curiosidad y pregunté de que hablaban.
Ella: De esos tipos que el mismo día que te conocen empiezan "me gustas mucho", "te quiero", "nunca me había pasado algo así", y ese tip0 de cosas. Y me parece una actitud de mierda, egoísta y narcisista. No está bueno jugar con los sentimientos de las personas, crear falsas expectativas cuando después finalmente no pasa nada.
El: ¿Pero por qué siempre tiene que haber expectativas en el medio? Eso es complicar las cosas al pedo. La verdad, no las entiendo.
Continuaron su discusión las tres o cuatro cuadras que quedaban. Yo no intervine demasiado, porque no sabía qué responder. Me quedé pensando mucho en el asunto, y muy a mi pesar termine estando más de acuerdo con él. La vida que uno lleva especialmente a esta edad y en estas circunstancias, tiene algo de volátil, de mentiroso, de efímero. El que rápidamente dice lo que le pasa no es necesariamente un hijo de puta que quiere deliberadamente hacer daño. Está bien vivir los buenos momentos, expresarse, intentar que no sean vacíos, que sean hermosos. Está bien dejar un poco de lado lo que pueda ocurrir después. Uno siente cosas, todo el tiempo. Estas cosas son complejas, contradictorias, a veces fuertes pero circunstanciales.
Y las mujeres nos quejamos. Por todo. ¿Qué es mejor? ¿Escuchar cosas hermosas o que no nos digan nada? Si ocurre esto último, ¿no nos sentimos utilizadas como meros objetos sexuales cuyos sentimientos no importan?
¿Qué queremos en definitiva? ¿Seguridad o superación? ¿Que nos mientan o que nos digan la verdad? El debate sigue abierto.

Saturday, December 09, 2006

Bariloche? ¡Qué lindooooo!

Hace cuatro años que en esta ciudad me subo a taxis, me encuentro con gente en la facultad, me pongo a charlar con alguien en la noche y pasados tres o cuatro minutos de la conversación, me dice lo siguiente:
Persona de Turno: _Che, vos hablás medio raro. (Esto cada vez me lo dicen menos, especialmente desde que empecé a utilizar las puteadas de aquí, pero igual cada tanto sucede o si no, siempre encuentran la manera de llegar al mismo punto).
Yo: _Si, un poco.
Persona de Turno: Es que no sos de acá, ¿verdad?
Yo: _No, soy de Bariloche.
Persona de turno: _¿Bariloche??? ¡¡¡Que lindooooo!
Yo:_Si... (Generalmente sonrío como pelotuda esperando la peor parte, que viene justo ahora).
Persona de Turno: _¿Y qué hacés viviendo acá????
Y como ya me harté de repetir la historia cuarenta millones y media de veces, inventé estas tres versiones ridículas para contar la próxima vez que me lo pregunten:
a). Luego del encarcelamiento de Priebcke, a mi padre lo echaron de Bariloche por nazi junto con otros diez amigos, y decidieron desperdigarse por el país llevando las enseñanzas del Führer hasta donde más lejos sea posible. Yo me vine con él convencida de que nuestra ideología es la correcta y que tenemos que cambiar el mundo cuanto antes.
b). Luego de una niñez de abusos sexuales y una adolescencia de prostitución, decidí dedicarme a fraccionar y vender limones aquí, (porque este lugar tiene muchos limones), pero en cuanto llegué conocí a un sexagenario adinerado dueño de una citrícola y fue amor a primera vista. Actualmente vivo en Las Yungas y salgo en la página de Sociales de La Gaceta jugando a la canasta con mis amigas ricas.
c). Tras varios años de convivencia pacífica, mi ex novio barilochense se volvió heroinómano. Intentando dejar las drogas se internó en un centro del que escapó cual Kate Moss. Tras eso vino a buscarme y me hizo trabajar para pagarle la droga. Como un día me quedé sin trabajo, consecuentemente le dio un síndrome de abstinencia durante el cual intentó matarme con una tijera de podar. Luego de repetidas amenazas de muerte, decidí irme a vivir a un lugar bien lejano, remoto y feo, a donde no valga la pena venir a buscarme.
Sí, ya se que no es culpa de la gente que yo haya decidido irme de un lugar absurdo a otro lugar absurdo, pero es realmente molesto que le pregunten a uno todo el tiempo de donde es, sobre todo porque uno no es de ninguna parte... Uno es de donde está en el momento, y solo por el tiempo que decide serlo.
No pertenecemos a un feudo, por el amor de Dios.

Saturday, December 02, 2006

No sos vos, soy yo.

Reíte de esa frase.

Porque cuando te la digan, te juro que te la vas a creer.


(Mañana será otro día)